Tortitas de trigo sarraceno y yogur.

Hoy os traigo unas tortitas un poco diferentes pero súper ricas, están hechas con trigo sarraceno o también llamado alforfón que en realidad no tiene nada que ver con el trigo y es un pseudocereal. Lo bueno es que esta harina no contiene gluten así que es perfecta para las personas celíacas. Contiene gran cantidad de aminoácidos esenciales y gran cantidad de fibra que mejora el transito intestinal.

Tienen un sabor un poco diferente a las clásicas tortitas pero están riquísimas. Con las cantidades que os voy a dar os saldrán unas 9 tortitas grandotas.

-INGREDIENTES-

  • 180 g de trigo sarraceno.
  • 1 cucharadita de impulsor.
  • 1 cucharada sopera de aceite (del que más os guste; coco, oliva,…).
  • 1 yogur natural.
  • 150 ml de leche.
  • 60 g de azúcar (aunque esto iría un poco al gusto de cada uno)
  • 2 huevos
  • Especial al gusto como canela, vainilla,…

Tenemos que mezclar los huevos con el azúcar, cuando esté bien integrado añadir el aceite y el yogur y remover bien para que no quede ningún grumo. A continución añadimos la leche y por último la harina tamizada con el impulsor.

Pondremos una sartén al fuego y la pincelaremos con mantequilla o aceite para que no se nos peguen las tortitas, yo usé una sartén antiadherente y no me hizo falta engrasarla. Cuando esté caliente comenzaremos a echar la masa a fuego medio, yo las hice de 2 cucharadas de masa. Sabremos que están listas para darles la vuelta cuando empiecen a salirle burbujas. Dejamos que se cocine por el otro lado y lista para retirar del fuego.

Podéis también añadirle pepitas de chocolate, nueces picadas o sustituir el yogur por un plátano muy maduro, en este caso deberéis rebajar la cantidad de azúcar. Probad y hacerle cambios a la receta para mejorarla y dejarla a vuestro gusto!

Os dejo también la receta de la salsa de chocolate que se hace muy rápido:

-INGREDIENTES-

  • 2 cucharadas de cacao puro.
  • 2 cucharadas de azúcar.
  • Cantidad de agua al gusto.

Mezclar el azúcar y el cacao, irle añadiendo agua a pocos y remover bien. Cuando tengamos la textura deseada le añadimos un poco más de agua y la llevamos al fuego para que se disuelva el azúcar removiendo seguido para que no se nos agarre. Lo bueno de esta salsa es que podemos dejarle la textura que queramos, si la dejamos más espesa parecerá una crema de untar y si la dejamos más líquida una salsa de chocolate. El azúcar también irá un poco al gusto de cada uno.

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