Esta es una receta con las que debemos tener paciencia ya que necesitamos que fermente tooooda la noche en la nevera, pero vale la pena. Es una masa un poco pegajosa, podéis añadirle un poco de harina pero yo os aconsejo que tengáis paciencia y la amaséis así, después queda mucho más esponjosa al tener más cantidad de agua.
Este tipo de masas se pueden amasar con una amasadora tipo KitchenAid o si amasas a mano utilizar el amasado francés o Bertinet. A ver si puedo subir algún video de como es este tipo de amasado, si no podéis buscar algún vídeo en internet pero consistiría en coger la masa con las 2 manos, golpear la masa ligeramente contra la mesa como echándola hacia nosotros y el extremo que sujetamos lo echamos hacia delante como plegándolo. El siguiente paso sería coger la masa del lado derecho o izquierdo girarla hasta que tus manos queden otra vez hacia delante y repetir los pasos anteriores, golpearla contra la mesa llevándola hacia nosotros como plegándola y después echarla hacia delante. Pero bueno seguro que se entiende mil veces mejor con un vídeo 😅
-INGREDIENTES-
- 500 g de harina de fuerza.
- 10 g de sal.
- 20 g de azúcar
- 3 g de levadura fresca.
- 12 g de aceite de oliva virgen extra o mantequilla.
- 380 g de agua.
Yo la hice con aceite de oliva pero puedes cambiarlo por mantequilla y quedará igual de rica!
Lo primero que vamos a hacer será mezclar los secos y removerlos, disolver la levadura en el agua y amasar todo junto con el aceite. Yo mezclé todo primero con la Kitchen y después seguí con el amasado francés, le iba dando reposos de unos minutos y luego seguía amasando así hasta tener una masa lisa.
Después hay que pasarla a un recipiente rectangular untado con aceite y darle pliegues cada media hora durante 1 hora y media.
En un molde no demasiado grande más o menos de 30×30 colocar un papel de horno pincelado con aceite. Poner la masa encima y untar con más aceite, fimar la masa para que no le entrara aire y la llevaremos a la nevera toda la noche. A la mañana siguiente hay qeu sacarla y dejar que se atempere y que más o menos doble su tamaño. Pondremos a precalentar el horno a 230ºC y cuando casi esté a esa temperatura debemos humedecer las manos para hacerle con los dedos los clásicos hoyitos que tienen las focaccias.
Hasta este punto sería como se hace una focaccia básica, si quisieras hacerla salada solo tienes que sacar el azúcar de la masa y decorarla con elementos salados. Yo preferí hacer una versión dulce con manzana y nueces, aunque se le podría poner cualquier fruta como arándanos, frambuesas plátano y chips de chocolate,…
Espolvorea azúcar y canela, corta media manzana en 2 gajos y córtalos haciendo una especie de triángulos, se deben colocar intentando no desgasificar las burbujas que se forman al hacerle los hoyitos tabién le colocaremos unas nueces en trozos no muy grandes. Por encima de los trocitos de manzana añadiremos más azúcar y canela.
Se coloca en el horno precalentado y se hornea unos 15 minutos, después de ese tiempo se le da la vuelta a la bandeja para que la cocción sea uniforme y se deja hasta que tenga el dorado deseado. También pasado ese tiempo se puede sacar del molde para que los bordes cojan algo de color también.