Esta es una receta que puedes usar para muchas elaboraciones como tartas, milhojas, palmeritas, cañas,.. Creo que es una elaboración de las que tenemos que tener a mano en nuestro recetario. Es muy sencilla de hacer porque a pesar de que tenemos que laminarlo como el hojaldre normal la mantequilla va integrada de otra forma que hará que consigamos un hojaldrado muy bueno sin sudar la gota gorda buscando las ansiadas capas perfectas superpuestas de mantequilla y masa.
En unas 2 horas puedes tener la masa lista para hornear! En este hojaldre la mantequilla va directamente dentro de la masa y solo tenemos que tener en cuenta 2 cosas:
- No integrarla demasiado.
- Tener siempre la masa muy fría, para ello podemos enfriar los utensilios que vayamos a usar para hacerla, si tienes un rodillo de metal mételo en el congelador antes de laminarla para que así esté muy muy frío.
-INGREDIENTES-
- 300g de harina de fuerza.
- 150ml de agua muy fría.
- 3g de sal.
- 260g de mantequilla en dados muy fría.
- 20g azúcar (opcional)
Tamizamos la harina y la mezclamos con la sal y el azúcar. Añadimos la mantequilla en cubos y la iremos deshaciendo con las manos mezclándola con la harina, nos deben quedar trozos de mantequilla sin deshacer así que no la deshagas demasiado. Cuando tengamos una textura arenosa pero con trozos de mantequilla por el medio añadimos el agua y tratamos de amalgamar la masa sin amasarla demasiado, nos deben seguir quedando trocitos de mantequilla sin integrar! Esa es la clave.
En este punto, como la hemos toqueteado con las manos calientes y habrá perdido algo de frío métela en la nevera unos 10 minutos.
Pasado este tiempo es hora de empezar a laminarlo, lleva dos vueltas simples y una vuelta doble. Si no has hecho nunca hojaldre esto debe sonarte a chino mandarín pero no te preocupes! es mucho más fácil de lo que parece.
-Primera doblez: SIMPLE.
Este plegado es el más sencillo solo hay que estirar la masa (con ayuda de harina) en forma de rectángulo, no pasa nada si los bordes no quedan perfectos, con cada doblez irán quedando mejor. En este caso la masa hay que doblarla como si se tratase del papel de una carta, os dejo un dibujo con el que espero que podáis entender como hacerlo. Para doblarla tendremos al lado un pincel para retirar el exceso de harina de las partes que doblamos hacia dentro.
Después de esta primera vuelta filmamos y llevamos a la nevera media hora. Así al masa se relajará y nos será más fácil volverla a estirar después y además la mantequilla se enfriará y así al laminarla nos será más complicado que se mezcle con la masa.
-Segunda doblez: Doble.
Esta es la que quizá sea un poquito más complicada de entender. Volvemos a estirar la masa hasta obtener un rectángulo y en vez de llevar los extremos al centro los llevaremos más hacia un lado y a continuaión doblamos a la mitad.
-Tercera y última doblez: Simple.
Repetimos los pasos de la primera doblez.
En este punto ya tendríamos la masa laminada, la llevamos a la nevera una media hora más y luego ya la tendremos lista para utilizar, solo tenemos que estirarla con cuidado de un grosor de medio centímetro o un poquito menos y listo!
Para hacer las palmeritas lo que hay que hacer es estirar el hojaldre y limpiarle la harina sobrante con el pincel y espolvorear azúcar por toda la masa, pasamos el rodillo suave para que se incruste el azúcar y le damos la vuelta al hojaldre y repetimos por la otra cara.
Enroscamos de los extremos para el medio hasta que ambos «rulitos» se toquen. con ayuda de un cuchillo las cortamos y colocamos en una bandeja de horno separadas ya que al hojaldrar en el horno aumentarán su tamaño y si no se nos pegarán entre sí. Hornear en horno precalentado a 190ºC hasta que estén doraditas. Debemos dejarlas enfriar sobre rejilla y después guardarlas en un recipiente hermético. Si quieres las puedes decorar con chocolate y estarán buenísimas.
