Esta receta es muy sencilla y está buenísima, a la hora de hornearlos ya no quedaba ni uno!! Lo bueno es que el relleno puede ser de lo que tu quieras, en mi caso tomate, queso, pavo y como tenía poco pavo le eché un poco de jamón serrano.
Quedaron buenísimos, esponjosos por dentro y por fuera más tostaditos, triunfaron!!
-INGREDIENTES-
- 250 g de harina panificable.
- 150 g de agua.
- 5 g de sal.
- 10 g de aceite de oliva virgen extra.
- 5 g de levadura fresca.
Mezcla la sal con la harina y añade el aceite. Por otro lado disuelve la levadura fresca en el agua. Solo queda amasar todo bien hasta obtener una masa lisa y homogénea.
Cuando la masa esté lista déjala fermentar hasta que doble su volumen, a continuación desgasifícala y estírala con un rodillo haciendo que te quede un rectángulo, que no quede demasiado fina.
En este punto es cuando rellenas al gusto, yo primero le eché una capa de tomate, encima unas lonchas de queso, orégano, y por último pavo y jamón serrano. Asegúrate de que uno de los lados lo dejas libre como en las fotos ya que al irlo enrollando el relleno se irá moviendo y así no se saldra. Enrollalo y córta rollos del ancho de dos dedos. Colócalos en una bandeja de horno con papel de hornear y aplástalos un poco.
Puedes colocarlos cerca unos de otros para que al fermentar se peguen unos a otros o si no separarlos para que te queden unos rollitos individuales.
Deja fermentar de nuevo hasta que doblen el tamaño y hornéalos con horno precalentado a 180ºC con calor por arriba y por abajo. Los míos estuvieron unos 20 minutos, los últimos 5 minutos les puse el ventilador para que se doraran un poco más pero no es necesario.