La receta de hoy es muy otoñal y es que este brioche lleva como ingrediente calabaza. Es la primera vez que hacía un pan con ella y me gustó mucho el resultado. Puedes hacerlo directamente todo con la misma masa sin ser bicolor e incluso añadirle pepitas de chocolate. O hacer como hice yo y animarte a hacerlo en espiral bicolor.
Un punto muy importante es la cocción de la calabaza, si la cueces en agua eso va a hacer que varíe mucho el porcentaje de hidratación de la masa porque le aportará humedad extra. Yo la corté en trozos finos y la asé en el horno, se hace muy rápido yo la puse a 185ºC y la saqué cuando pude aplastarla con un tenedor con facilidad. La trituré con la batidora y después la coloqué en un escurridor y la dejé toda la noche con un bol debajo para que drenara el agua sobrante, no fue mucha pero así me aseguré de que quedara perfecta para añadir a la masa.
-INGREDIENTES-
- 220 g de calabaza asada y escurrida.
- 500g de harina de fuerza.
- 160ml de leche.
- 1 huevo.
- 20g de azúcar invertido.
- 9g de sal.
- 7g de levadura fresca.
- 60g de azúcar.
- 70g de mantequilla.
- 16g de cacao puro.
Se amasa todo menos la mantequilla y el cacao hasta conseguir una masa trabajada y casi lisa, con ello conseguiremos que el gluten ya se desarrolle. Cuando la masa está así añadimos la mantequilla en trozos y seguimos amasando. Si echaras la mantequilla desde el principio te costaría más conseguir que se desarrollara el gluten.
Cuando la mantequilla esté integrada y tengamos una masa lisa y trabajada la partiremos a la mitad, una de las mitades la colocaremos en un bol aceitado y tapado con un film para que fermente y la otra mitad la amasaremos junto con el cacao hasta que esté bien integrado. Vas a necesitar añadir un poco menos de una cucharada sopera de leche para conseguir compensar el añadirle el cacao. Cuando esté bien amasado se coloca en un bol aceitado y tapado con film. Se deja que ambas masas dupliquen su tamaño y después será momento de estirarlas.
Para hacer este formado yo lo que hice fue separar 150g de cada masa ya que mi molde es pequeño ( es de unos 20cm x 11cm). Con los restos puedes hacer bollitos individuales.
Se unta la encimera y un rodillo con aceite y se estiran ambas masas por separado y después se colocan una encima de la otra como se ven en las fotos. Cuanto más alargadas estires las masas más vueltas te dará al enrollarlo y mejor quedará, he de admitir que me di cuenta de esto después de hacer el mío así que a ti te quedará mejor. Se enrollan bien y se colocan con el cierre hacia abajo en un molde rectangular engrasado y enharinado.
Se deja que fermente otra vez dentro del molde hasta que duplique su tamaño, yo en este paso dejé que fermentara toda la noche en la nevera y al día siguiente lo saqué una hora y media más o menos antes de hornear.
Se precalienta el horno a 180ºC y cuando esté listo se mete el molde para acabarlo y hornear. Mi pan estuvo unos 40 minutos, lo retiré cuando comprobé con un termómetro que la temperatura del centro del pan era de unos 95ºC. Dejé enfriar sobre rejilla y por fin pude hincarle el diente 🙂